El autor del diseño es Fernando Prini quien también diseñó para la Archicofradía el trono del Stmo. Cristo de la Redención además de la mayor parte del juego de insignias.
La Archicofradía tiene previsto `presentar el presupuesto del manto para su aprobación a un cabildo que tendrá lugar tras la Cuaresma.
Proyecto de manto procesional para Nuestra Señora de los Dolores (San Juan).
Continuando con los avances patrimoniales, la Archicofradía de los Dolores había planteado, incluso antes de concluir el trono del Santísimo Cristo de la Redención, el comenzar el proyecto de manto procesional bordado para Nuestra Señora de Los Dolores.La Junta de Gobierno de esta Archicofradía crea una comisión a tal efecto presidida por D Rafael de las Peñas, y a la cual se me integra como diseñador de la pieza.
Lo primero por hacer fue decidir qué medidas y forma definitivas debía tener el nuevo manto. Para ello se confeccionó un corte de tela provisional cosido con varias largos de una muselina recia, se echó sobre los hombros de la imagen y su pollero en el trono procesional el Domingo de Resurrección de 2014, situando el alzacola en la posición adecuada para que la caída del manto sea natural, tomando con alfileres la forma y largo que debía ser definitivo.
Una vez que se tenía el patrón adecuado, comencé a hacer bocetos. Pretendíamos que el diseño del manto fuera original, que se identificara completamente una vez terminado y que por otro lado su realización fuera factible en un plazo no muy lejano, considerando las posibilidades económicas de la corporación.
Comencé a hacer leves bocetos, y presenté el que vi más adecuado a la comisión, pidiendo un voto de confianza a la misma para que me dieran el visto bueno para culminar el dibujo a color.
Una vez recibido el plácet, terminé el proyecto y lo presenté a la comisión el pasado mes de Noviembre.
Breve memoria descriptiva.
Manto procesional a realizar en terciopelo azul bordado en hilo de oro fino.
Medidas: 4.50 metros de ancho x 4.45 metros de largo.
Toda la superficie del manto es ocupada por una serie de tallos vegetales en espiral, alineados unos con otros, y alternándose los grandes con los más pequeños. Los tallos van entrelazados, y albergan en sus centros por un lado elementos florales únicos de gran tamaño para las espirales más pequeñas, y por otro lado ramos de flores para las espirales grandes.
Los motivos florales elegidos son siempre simbólicos y relacionados con las distintas virtudes de la Virgen: Rosas, tulipanes, azucenas, amapolas, lirios…
Situados estratégicamente siete vanos, sustituyendo a otros tantos espirales, acogen distintos símbolos de María: El sol, la luna, cuatro estrellas y, presidiendo el centro del manto, el atributo titular de la advocación: el corazón traspasado por los siete puñales. De cada uno de estos siete elementos parten rayos que ocupan casi la totalidad de la superficie. Asimismo, de la testa de la imagen partirá otro juego de rayos.
El diseño tiene la particularidad que no es del todo simétrico: el eje central está compuesto por varias espirales alineadas, otorgando un ritmo inusual al conjunto.
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